Mi iniciación en la práctica de Yoga

El lunes pasado, día 21 de junio se celebró el Día Internacional del Yoga. Pregunté a mis seguidores de Instagram si querían conocer mi experiencia personal en esta práctica y por eso, en este post quiero explicar brevemente cómo fueron mis comienzos en la práctica del Yoga.

Incios

Para explicar mis inicios en la practica de Yoga, debemos viajar unos 6-7 años atrás, cuando conocí a Virginia Martinez, que al día de hoy es una buena amiga. Ella era (y sigue siendo) profesora de Bikram Yoga, un estilo que se caracteriza por practicarse en una sala con unas condiciones especiales: una elevada temperatura y un elevado indice de humedad. Me convenció para probarlo un día y me gustó bastante. Puedes leer el post de mi experiencia en Bikram Yoga Madrid aqui.

Arda Matsyendrasana. Media Torsión. Bikram Yoga

Tras unos meses practicando Bikram, empecé a soportar cada vez menos el calor. Me veía incapaz de terminar la clase, me daban unas bajadas de tensión muy grandes, se me nublaba la vista y tenía que pasarme la mitad de la clase tumbada cobre mi esterilla. Y es que no te dejan abandonar la sala para que no se escape el calor al abrir la puerta. Así que le cogí miedo a que me dieran esas «pájaras» y acabé desistiendo de practicar Bikram.

Postura del árbol. Bikram Yoga

Aun así tenía claro que quería probar otros estilos, y di con el Hatha Yoga. Es un estilo basado en una suave transición entre asanas (posturas realizadas de forma consciente) y por supuesto, en condiciones atmosféricas normales.

Investigando un poco más en los distintos estilos, descubrí el Vinyasa un estilo más dinámico donde se coordina el movimiento con la respiración. Su estética, parecida a un baile me cautivó y es en este estilo en el que me enfoqué y es el que al día de hoy enseño en mis clases.

Postura de la sirena

Sobre mi Teacher Training (curso de profesora) quiero dedicar un post independiente porque se lo merece. Es de las mejores experiencias que he vivido y sin duda algo de lo que me alegro infinito de haber hecho.

Idea predeterminada errónea

Sí, mi acercamiento al Yoga partió de una idea errónea. Para mi, como para mucha gente que empieza con la práctica de Yoga, pensamos que es un deporte que nos va a ayudar a conseguir un cuerpo tonificado y estilizado. Y efectivamente, a nivel físico el Yoga te va a proporcionar fuerza, elasticidad y equilibrio. Pero el error es pensar que es un deporte y que lo mejor que vas a conseguir tras su práctica continuada en un cuerpo más bonito.

Algunos beneficios de la práctica de yoga

Con una práctica regular de Yoga empiezas a darte cuenta de que tu cuerpo y tu energía no está igual de regulado todos los días. A diario te enfrentas a un termostato en la esterilla. Ganas conciencia de tu cuerpo, de cómo se siente y al acabar la práctica, tu cuerpo y tu energía ha cambiado. Sientes como dentro de ti algo se ha recolocado, se ha transformado.

Postura de la pirámide

Al conectar más con tu energía diaria, conectas con tu Svadhaya o autoconocimiento. Escuchas a tu cuerpo y ganas conciencia de lo que necesita. Esto se refleja posteriormente en tus hábitos de vida saludable como la alimentación, ya que empiezas a alimentarte mejor e ingerir lo que a tu cuerpo le sienta bien y a evitar lo que no te suma.

Postura de rodillas a orejas. Karnapidasana

Ganas conciencia de la respiración y experimentas cómo la puedes usar a tu favor. Cómo puedes equilibrar tus emociones mediante técnicas de pranayama y como la meditación te puede resetear la mente en cuestión de minutos. Descubres herramientas que aumentan tu amor propio, el respeto a tu cuerpo y a sus limites. Aumenta tu intuición, estás más equilibrado y conectado; te vuelves más compasivo contigo mismo y con los demás. Te alejas de tu ego, entiendes que eres un ser perfecto tal y como eres y poco a poco dejas de juzgarte tanto, de compararte tanto, ganas confianza y valor.

Práctica de Nadi shodhana

Es posible que todo esto que te cuento no lo experimentes el primer día. Pero con el tiempo, todos estos beneficios los irás sintiendo e irás ganando conciencia del «yo» y verás la importancia de dedicarte unos momentos para ti y sentir el aqui y ahora.

En próximos posts te contaré cómo me animé a ser profesora de yoga y cómo esa elección me cambio la vida.

Espero haber sembrado, al menos, la semilla de la curiosidad en ti y si tienes alguna duda, puedes comentar más abajo o conectar conmigo en mis redes sociales. ¡Te espero!

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Hasta pronto, y ¡Namasté!

Elena

2 comentarios en «Mi iniciación en la práctica de Yoga»

  1. Bueno, sin duda que agradecido es poder conocer a la persona que hay detras del rostro que vemos en la pantalla de la televisión. Lejos de ideas preconcebidas y estereotipos sobre lo que se nos muestra. Me ha gustado comprobar que detras de ese rostro hay una mujer activa, decidida , sensible e inteligente que va al encuentro de lo que quiere y no espera a que le caiga del cielo. Eres autentica y positiva, y te felicito sinceramente por saber transmitir y animar la positiva y beneficiosa practica del yoga. Bravo por ello. Continua por ese camino, tanto tú como aquellos a los que contagies tu pasión, sin duda sois afortunados por disfrutar de esta practica universal y unificadora del cuerpo, la mente y el espíritu al servicio de todos los hombres y mujeres. Un sentido saludo, desde el respeto y el aprecio de parte de un desconocido.

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    • ¡Hola! Primero me quería disculpar por tardar tanto en responderte. He tenido algunos problemas técnicos 😉 Luego quería agradecerte mucho tus palabras y que hayas dedicado un poco de tu tiempo en dejar un comentario aquí. Cuando construí este espacio (el blog) quise tener un lugar de encuentro más cercano con mis lectores y me hace inmensamente feliz ver que lo que comparto os gusta y aporta valor. Tomo nota de lo que me dices y prepararé más contenido centrado en el Yoga. ¡Muchas gracias!

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