Una vez un alma vieja me dijo que el mundo está compuesto por decorados. Dependiendo de dónde vivas será un decorado u otro. Esto mi hizo reflexionar: Si nuestro «micro mundo», donde vivimos y donde interactuamos con el resto de seres que nos rodean, es un decorado como los del cine, ¿significa que todo es falso a nuestro alrededor?
Si en algún momento nos vemos en la situación de tener que cambiar de decorado, nos adaptamos a él modificando nuestro estilo de vida, amistades, comida, clima e incluso idioma si es necesario. Somos unos actores que llegamos al mundo con el curso de interpretación adherido en nuestro ADN y es el azar el que dispone el decorado principal donde se desarrollará nuestra existencia.
Nada tiene importancia. Todo es falso. Las relaciones sociales con protocolos definidos por no se sabe quién, todo es falso. Pero no te salgas de las normas o te llamarán «raro». Bien, pues si el mundo es un gran circo, encendamos los focos señoras y señores.
He comprado un bote de pintura. Azul, para ser más precisa. Y estoy empezando a pintar el cielo de mi decorado. Empezaré por ahi. Cuando termine con el azul, compraré un bote rosa para pintar los corazones de las personas que amo y que se han olvidado de sonreír. Finalmente compraré un bote verde para pintar unos hermosos paisajes para poder observar. Nadie me preguntó en qué decorado quería nacer, pero nadie me va a impedir que lo «customice» un poco a mi gusto.
No sufras por lo que no tiene importancia, ama sin miedo, si te caes levántate y, sobre todo, nunca dejes de sonreír. Somos afortunados sólo por el hecho de estar vivos. Acepta que tu decorado no es perfecto, ni siquiera es real, pero tu sí que eres real. Tus actos también lo son así que trata de hacer de tu decorado un sitio un poco más amable.
Feliz semana desde mi decorado, donde sólo mando yo.
Elena.
Imagen: Bagni Silo, Italia. Septiembre 2015