Visita a mi tierra natal: Salamanca

Hacía más de 20 años que no pisaba Salamanca y aprovechando que tenía unos días libres, hice una escapada. La ciudad del Lazarillo de Tormes me sorprendió por su exquisita belleza y su gastronomía. Dediqué un día entero para recorrer todos los puntos indispensables y por supuesto te traigo mi guía personal.
 
Para una jornada de turismo tan caluroso elegí un mono short de estampado floral, unas sandalias planas y un bolso cruzado.  
 
Comencemos por mi punto favorito, el más romántico de la ciudad dedicado a los amantes de La Celestina: El Huerto de Calixto y Melibea. Ya desde la entrada se siente el romanticismo. Es un jardín muy íntimo plagado de árboles frutales y flores. En el centro se encuentra un pozo donde los enamorados que visitan la ciudad dejan un candado como símbolo de su amor duradero. Yo no dejé un candado, pero sí enterré un tesoro por si algún día vuelvo ahí con mi persona especial poder desenterrarlo y sorprenderlo. 
Siguiente parada indispensable es la fachada de la Universidad en busca de la famosa ranita que se encuentra escondida. Dice la tradición que los alumnos de primer curso que encuentran la ranita aprueban todo. Otra versión que he oído es que el que encuentra la ranita se casa… No sé… La cuestión es que necesité bastante ayuda -por lo que no sé si cuenta- pero.. ¡encontré la ranita!
 
Desde el patio de escuelas se abre un acceso a otro patio que me trasladó directamente a la saga de Harry Potter ¡No me digas que no parece que se ha rodado ahi! Yo desde luego te digo que si llego a saber lo ideal que es la zona de universidades, me vengo a estudiar aquí.
 
Para reponer fuerzas, en Salamanca, hay muchos sitios ricos para comer. Me fui de pinchos a Majuelo, en la plaza de la fuente, un sitio donde no sólo estaba  todo delicioso sino que la presentación era digna de Master Chef ¿Qué me dices?
 
 
Tras comer muchas cositas ricas, seguimos con la ruta turística. No me puedes negar que estas calles son para enamorarse. Están un poco desiertas por el calor que hacía por la tarde pero no pierden ni un ápice de magia. Al fondo de la siguiente imagen se divisa la Universidad Pontificia.
 
 
La Catedral de Salamanca es famosa por su extraordinaria belleza. Es Patrimonio de la Humanidad y se compone de dos catedrales: la catedral vieja y la catedral nueva. La última incorporación ha sido el famoso astronauta, que por supuesto, también encontré.
 

Caminando por la siguiente calle -Serranos,9- llegamos a un sitio emblemático llamado Mandala donde preparan unos batidos y zumos naturales deliciosos, refrescantes y vitamínicos. Para disfrutar de una merienda completa puedes elegir entre una selección de tartas. Mi elección: Tarta de chocolate con avellanas.

Como buena chica y para rematar la tarde, no hay nada mejor que una sesión de shopping. Pues bien, yo había oído que la cadena Zara había abierto hace unos años una tienda en una antigua iglesia en Salamanca. Creo que eso lo convierte en el Zara más curioso que hay y perfecto para reinventar el concepto «turismo de tiendas» ¿Reconoces la estructura arquitectónica original?

 
No puede faltar en este post una bella imagen de la Plaza Mayor de Salamanca. De estilo Barroco, Miguel de Unamuno definía su estructura de la siguiente forma: «Es un cuadrilátero. Imperfecto, pero asombrosamente armónico».
 
 
 
 
Esto ha sido todo por hoy. Gracias por haberte sentado en El Sofá Rojo de Elena y por haberme acompañado en este viaje por mi tierra natal. Pronto, otro post… ¡hasta entonces! Besitos.
 
Stay tunned recuerda… no olvides compartir 😉


Si quieres saber más sobre mí, sígueme en las RRSS:

Facebook  Twitter  Instagram

8 respuestas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *