Reflexiones capítulo 3: Sal de mi

Sal de mi. Abandóname del todo. Gira de una vez esa esquina y piérdeme de vista. Olvida mi nombre, mi piel, el color de mis ojos.

Vuelve a tu lugar. No mires para atrás. Levanta tus manos de mi cuello y déjame respirar libre.

Elena.

PD: Dedicado a aquellos que sufren una dolencia o enfermedad que no les deja avanzar.

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