¡El Sofá Rojo de Elena se va de Merendola!

La merienda es un hábito muy typical spanish y me encanta. Todos recordamos las meriendas de cuando éramos niños, esas se quedan marcadas en nuestra memoria, son imborrables. Yo era de sandwich de nocilla. Cierro los ojos y me traslado a ese momento…

Al hacerme mayor y sobre todo cuando mi merienda dejó de depender de mi madre, decidí que era una costumbre que quería mantener (siempre que fuera posible claro). Cuando me dan las 17-18h más o menos, una pequeña voz en mi interior me avisa de que ya es la hora. ¡Y siempre me pide dulce!

Procuro por lo general evitar el azúcar, así que si me pilla la hora de la merienda en casa pico algo de frutos secos o como mucho alguna galleta sin azúcar. Pero claro, de vez en cuando una se merece un premio…

Una de mis perdiciones es la tarta de zanahoria -ya lo he dicho en otras ocasiones- y el domingo pasado, tras hacer una ruta gastronómica por Malasaña, acabé en Ojalá, una de las cafeterías que más me gusta por la originalidad del local. Aunque tiene una terraza fuera y otra cubierta muy agradable, lo más llamativo se encuentra en la parte de abajo donde han simulado una playa con arena real y todo.

Encontrarse los baños mixtos, es tendencia en locales de Madrid desde hace unos años. ¡Cada vez hay más! Es una buena solución para ahorrar espacio 😉 Pero la primera vez que te encuentras con ellos no te deja indiferente.

¿Cuál era tu merienda de pequeño/a? Y ahora que eres un poco más mayor, ¿Sigues con éste hábito? ¿En qué consiste tu súper merendola?

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Pronto más cosas que me hacen feliz en El Sofá Rojo de Elena

Besitos

Elena

 

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