Los días de verano han quedado ya casi en el olvido y con la morriña de calor que me entra habitualmente a estas alturas del año, voy a dedicar este post a rememorar una parte de mis últimas vacaciones de verano. Desde hace unos 3 años me voy todos los veranos a las Islas Eolias en Italia con uno de mis mejores amigos, Marco, que conocí en Milan y con quien viví cuando me trasladé en 2011 para trabajar de modelo. Al igual que el año pasado, mi amiga Jessica me acompañó a surcar los mares a bordo del Behemot. En Instagram hay fotos de este verano bajo el hastag #behemot2017
Volvamos al grano:
¿Dónde se encuentran las Islas Eolias?
Se encuentran al nordeste de Sicilia. Os lo muestro mejor en un mapa.
Quizás alguno no sepa mucho acerca de este paraíso que forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 2000. Se trata de un archipiélago formadas por 7 islas: Alicudi, Fillicudi, Panarea, Salina, Stromboli, Vulcano y Lipari. Esta última es ademas la capital. Las islas son antiguos volcanes que surgieron de las profundidades del mar hace millones de años, estando aun activos el volcán de Vulcano y el de Stromboli.
Stromboli es el único que tiene actividad visible, sobre todo por la noche. Os contaré más adelante en un post dedicado a ello, la alucinante experiencia que viví este verano observando maravillada su erupción de lava.
¿Cómo llegar a las Islas Eolias?
Para llegar a las Islas eolias hay que hacerlo por mar. Se puede llegar en ferry desde Nápoles o Regio Calabria -en la península- o desde Sicilia partiendo desde Mesina, Milazzo, Palermo y Cefalú. Desde Madrid, en verano, lo más cómodo es volar a Palermo y desde ahi salir en barco. Hago hincapié en lo de “en verano” porque sólo durante la temporada estival hay vuelos directos Madrid- Palermo. También se puede volar a Catania y de ahí ir a Milazzo para coger el ferry, pero para mi gusto es más lío.
¿Cómo fue este año nuestra llegada a las Islas Eolias?
Este año, una vez que llegamos a Palermo fuimos a Castellammare del Golfo donde nos esperaba el Behemot. Al ser una travesía larga, de unas 10 horas en velero, lo mejor era salir de madrugada para llegar aun con luz. Por lo tanto, el día que llegamos lo dedicamos a salir a navegar por la costa pasando por la Riserva Naturale dello Zingaro hasta llegar a la Tonnara Di Scopello donde comimos y nos dimos un baño.
Por la noche merece la pena dar un paseo y cenar en los restaurantes de Castellammare y eso hicimos. A las 5am soltamos amarras en el puerto y nos dirigimos con la maravillosa brisa del amanecer hacia Alicudi, la isla que queda más cerca desde Castellammare.
Llegamos justo a tiempo para darnos un baño antes de que se fuera el sol y ahí nos dimos cuenta de un pequeño desastre….. ¡habíamos perdido la hélice! ¿Cómo se resolvió el contratiempo? Próximamente… el siguiente capítulo en El Sofá Rojo de Elena.
Besos
Elena
*La foto de portada es del verano del 2016 en la isla de Lipari